En este yoga el principio fundamente es abrirse a la Influencia divina. Esta influencia está ahí, encima de ti, y, si puedes llegar a ser consciente de ella, aunque sea una sola vez, tienes que llamarla para que descienda hacia ti. Entonces ella desciende a tu mente y a tu cuerpo como un flujo de Paz, de Luz, de Fuerza operativa, como Presencia divina con o sin forma, como ananda. Antes de haber obtenido esta consciencia, hay que tener fe y aspirar a abrirse. La aspiración, la invocación, la oración son diferentes formas de una mismacosa y todas son eficaces.
Puedes adoptar la forma que se te presente o aquella que te resulte más fácil.
La otra manera es la concentración; concentras tu consciencia en el corazón (algunos lo hacen en la cabeza o encima de ella) y allí meditas en la Madre y pides su presencia. Puedes utilizar uno de los dos métodos, o ambos en momentos diferentes: como venga a ti naturalmente o te sientas impulsado a hacer en un momento dado.
Es sumamente necesario, en los comienzos sobre todo, tranquilizar la mente, rechazar durante la meditación todos los pensamientos y todos los movimientos internos ajenos a la sadhana. En la mente sosegada se producirá una preparación progresiva para la experiencia. Pero no tienes que impacientarte si no se hace todo de inmediato; se necesita tiempo para establecer en la mente un sosiego perfecto; debes perseverar hasta que la consciencia esté a punto.
Sri Aurobindo
Respuestas de Aurobindo sobre el uso de mantras.
Profundizando en la meditación en el Yoga Integral de Sri Aurobindo y Madre.